¡Hola!
Ya hablé en posts atrás sobre los primeros pinitos en la historia de la mujer española.
Consiguieron el voto, además de poder asumir por primera vez cargos políticos.
No solo eso, sino que podrían divorciarse, aprender, trabajar y tener mejores condiciones... pero claro, ¡todo esto con esfuerzo, sudor y lágrimas! -como todo lo que se ha logrado a lo largo de la Historia.
Clara Campoamor, fiel luchadora del voto femenino dando un discurso en 1931
Es por esto que se notó tantísimo la represión de las mujeres y sus derechos durante el franquismo, porque al ser un régimen totalitario europeo se empezó a imponer en cada hogar el papel de la ''mujer ideal'' desde un punto de vista tradicional, que consistía resumidamente en: marido, casa, niños.
El comienzo del franquismo
Como ya he dicho, la llegada del franquismo suponía quitar toooodas las leyes que apoyaban el avance de la mujer, haciendo que acabasen, más o menos, como prisioneras de su propia casa.
No solo eso, sino que también estaban presionadas constantemente por la Iglesia y la sociedad: nada de relaciones extramaritales, tenían que dar una imagen ''pura'', los noviazgos tenían que ser largos...
¿Y qué organizaciones o instituciones fomentaban este pensamiento? Ahora lo veremos...
Sección Femenina
La Sección Femenina era, de hecho, una institución inspirada en las ideas falangistas, católicas y del Movimiento Nacional, liderada por Pilar Primo de Rivera (que, como ya sabéis, es la hermana del conocido dictador falangista).
Al principio, las mujeres miembros se dedicaban a apoyar a las familias de los militantes nacionales, así que al tomar Franco el poder, esta institución pasó a ser parte del Estado.
Y bien, ¿a qué se dedicaban exactamente? Fácil: querían difundir la idea de que la mujer es el sexo débil, que son frágiles, que son, simplemente ''el complemento'' del hombre y que una mujer ideal, debería de ser sumisa y entregada.
Más tarde, allá por los años 50, la Sección Femenina se partió en tres, formando el conocido Servicio Social.
El Servicio Social
El Servicio Social es, pues, la división de la Sección Femenina en tres partes: la religiosa, la política y la famosa práctica.
Era, simplemente, un programa formativo (¡y además obligatorio!) para mujercitas solteras de entre 17 y 35 años; donde las preparaban para encargarse bien de su casa y de su familia.
Pues bien, la actividad duraba seis meses. Los primeros tres, de teoría. Inculcaban los pilares básicos: hay que ser una buena mujer, una buena madre, una buena esposa, muy devota, ...
Los otros tres, eran de práctica. Servían a hospitales, a comedores sociales, etc. y además no cobraban nada por sus arduos trabajos.
La familia ''feliz''
En épocas franquistas, la familia modelo era un padre, una madre, y mientras más hijos, mejor. De hecho, mientras más fuese el número de hijos, más dinero ''extra'' le daban al padre en su trabajo.
Claro está, a los padres les convenía, pero a aquellas mujeres que estuviesen en casa; obviamente no.
Además, si ya de por sí el mundo laboral era muy cerrado para ellas, con muchos hijos se convertía en algo casi imposible.
Conclusión
La época franquista inculcó en la mente de la mujer una actitud pasiva, conformista, sumisa. De hecho, no fue hasta finales de la dictadura cuando empezaron a moverse en contra de la forma en la que les trataban.
La conclusión es simple: esta etapa de la mujer fue un paso atrás, una mancha en la historia feminista.
¡Espero que os haya interesado!
El comienzo del franquismo
Como ya he dicho, la llegada del franquismo suponía quitar toooodas las leyes que apoyaban el avance de la mujer, haciendo que acabasen, más o menos, como prisioneras de su propia casa.
No solo eso, sino que también estaban presionadas constantemente por la Iglesia y la sociedad: nada de relaciones extramaritales, tenían que dar una imagen ''pura'', los noviazgos tenían que ser largos...
Mujeres de la época de mantilla, a la izquierda; y boda de 1946, de Aída Albero, a la derecha.
¿Y qué organizaciones o instituciones fomentaban este pensamiento? Ahora lo veremos...
Sección Femenina
La Sección Femenina era, de hecho, una institución inspirada en las ideas falangistas, católicas y del Movimiento Nacional, liderada por Pilar Primo de Rivera (que, como ya sabéis, es la hermana del conocido dictador falangista).
Al principio, las mujeres miembros se dedicaban a apoyar a las familias de los militantes nacionales, así que al tomar Franco el poder, esta institución pasó a ser parte del Estado.
Niñas desfilando con la mano alzada, durante un acto de la Sección Femenina. Fuente.
Y bien, ¿a qué se dedicaban exactamente? Fácil: querían difundir la idea de que la mujer es el sexo débil, que son frágiles, que son, simplemente ''el complemento'' del hombre y que una mujer ideal, debería de ser sumisa y entregada.
Extracto de un texto de la Sección Femenina
Más tarde, allá por los años 50, la Sección Femenina se partió en tres, formando el conocido Servicio Social.
El Servicio Social
El Servicio Social es, pues, la división de la Sección Femenina en tres partes: la religiosa, la política y la famosa práctica.
Era, simplemente, un programa formativo (¡y además obligatorio!) para mujercitas solteras de entre 17 y 35 años; donde las preparaban para encargarse bien de su casa y de su familia.
Chicas de Sección Femenina en un curso de puericultura, de 1943 a 1953. Fuente.
Pues bien, la actividad duraba seis meses. Los primeros tres, de teoría. Inculcaban los pilares básicos: hay que ser una buena mujer, una buena madre, una buena esposa, muy devota, ...
Los otros tres, eran de práctica. Servían a hospitales, a comedores sociales, etc. y además no cobraban nada por sus arduos trabajos.
Chicas en un curso de enfermería de la Sección Femenina, en 1948. Fuente.
La familia ''feliz''
En épocas franquistas, la familia modelo era un padre, una madre, y mientras más hijos, mejor. De hecho, mientras más fuese el número de hijos, más dinero ''extra'' le daban al padre en su trabajo.
Claro está, a los padres les convenía, pero a aquellas mujeres que estuviesen en casa; obviamente no.
Además, si ya de por sí el mundo laboral era muy cerrado para ellas, con muchos hijos se convertía en algo casi imposible.
Familia Riobello, típica española, allá por 1940. De Lourdes Riobello.
Conclusión
La época franquista inculcó en la mente de la mujer una actitud pasiva, conformista, sumisa. De hecho, no fue hasta finales de la dictadura cuando empezaron a moverse en contra de la forma en la que les trataban.
Grupo de trabajadoras en Barcelona, por Isabel Morales.
¡Espero que os haya interesado!
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